2020: Hace años que la radio viene perdiendo oyentes sistemáticamente.
Hace 20 años que existe el podcast y nunca se masificó, ya se convirtió en la “Eterna Promesa”.
Ya cumplió la mayoría de edad pero todavía hay profetas que dicen que es la radio del futuro.
En este contexto aparece Caos.
Caos surge como una respuesta, una autocrítica.
Si la gente deja de escuchar radio es por culpa de quienes la realizamos.
Dada su gratuidad y el modelo de negocio que primó en el mundo audiovisual, llegamos a una situación en que los mensajes radiofónicos son prácticamente infomerciales saturados de venta.
La radio hoy, salvo excepciones, está pensada como una gran máquina de vender: vender productos, vender un sistema de valores exitista y neoliberal sostenido bajo un “Star System” – Conductores estrella, con poca identidad de mensaje y una casi nula utilización de los recursos estéticos y artísticos que tiene la radio.
Este mundo nos obligó a generar Caos, un estallido de creatividad y experimentación que sacuda un poco este modus operandi.
En la adversidad trabajamos sonoramente porque creemos en el potencial que tiene narrar con sonidos. Creemos en el lenguaje emocional.
Elegimos el Podcast para liberarnos de las ataduras temporales y la necesidad de repetición que exige la industria cultural de la radio en vivo.
No resignamos la idea de convertir nuestros productos en expresiones artísticas.
La historia marca que en la radio existe la renovación generacional. Son necesarios nuevos canales para que surjan nuevas voces.
Cuando la juventud tuvo algo para decir y una forma discursiva diferente no encontró lugar en la AM, tuvo que surgir la FM, inventarle un discurso y con prepotencia de trabajo lograr un lugar. Lugar que no han abandonado hasta el día de hoy, en el que siguen queriendo ser “Una voz joven” personas que ya sus hijos tienen edad para ser voces jóvenes de los medios.
Y la forma de gestión, de comunicar, de organizarse de las FM “jóvenes” hoy es, por lo menos, anacrónica.
Hace varios años apareció internet como ese nuevo canal para disputarle sentido y generar espacio para nuevas voces.
Recién ahora se ven proyectos radiofónicos serios, con propuesta estética y convicción en los discursos. También es real que necesitan cierto sistema de estrellas con trayectoria en los medios hegemónicos para subsistir y lograr audiencia.
En este mundo surge Caos, no importa quiénes somos sino lo que tenemos para decir y cómo lo contamos.
Caos, una propuesta exigente para quienes lo hacen, para quienes escuchan.
Caos, la venganza de la radio